SABERES ANDANTES Paulo Freire. Educar para la libertad y esperanza Número Especial

La pedagogía del oprimido, principio y fundamento de la educación popular

Marco Raúl Mejía-Jiménez 4

Planeta Paz, Expedición Pedagógica Nacional marcoraulm@gmail.com

Artículo recibido en julio y aprobado en agosto 2022

Resumen

Haciendo una lectura sobre el panorama de la educación popular, sus prácticas y manifestaciones, no podemos decir que existe una sola Educación Popular. Hoy debemos hablar de "educaciones populares" o de varias educaciones populares que han surgido en la diversidad de experiencias en atención a los contextos y que hoy tienen vigencia. La construcción del pensamiento crítico introyectado en "las educaciones populares" implica la capacidad de mirar esa diversidad desde la contribución que ha venido haciendo el pensamiento pedagógico latinoamericano a la pedagogía mundial.

Palabras clave: educación popular, Paulo Freire, pedagogía del oprimido, principios de educación popular.

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La pedagogía del oprimido, principio y fundamento de la educación popular

Pedagogy of the oppressed, principle and foundation of popular education

Abstract

By way of interpretation of the panorama of popular education, its practices and manifestations, we cannot say that there is only one Popular Education. Today we must speak of "popular educations" or of several popular educations that have emerged in the diversity of experiences according to the contexts and that are still valid today. The construction of critical thinking introjected in "popular educations" implies the ability to look at this diversity from the contribution that Latin American pedagogical thinking has been making towards pedagogy worldwide.

Keywords: popular education, Paulo Freire, pedagogyof the oppressed, principles of popular education.

Introducción

Quisiera ante esta invitación plantear lo que llamamos “las educaciones populares”, proponiendo como tesis principal que no hay una sola educación popular, sino que hay muchas educaciones populares, y añadir que hoy tienen una vigencia absoluta. Precisamente cuando escuchaba reflexiones sobre el tema de tecnologías, es importante decir que hoy hay líneas de educación popular que vienen planteando todo lo de las tecnologías, elaborando críticas a las mismas.

En ese sentido, el libro que ha publicado Fe y Alegría en el Ecuador, “Educaciones, escuelas y pedagogías, en la cuarta revolución industrial desde nuestra América”, trata precisamente de mostrar cómo hoy en día la gran tensión, para los que venimos del pensamiento crítico, es ser capaz de ser ciudadanos y ciudadanas del mundo, pero a la vez, hijos e hijas de la aldea, y, en esa tensión tenemos que reconocer todas las grandes transformaciones (Mejía, 2021a, 2021). Construir pensamiento crítico hoy es fundamentalmente una capacidad de mirar

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el mundo en arco iris, y en ese libro, lo que intento es mostrar cómo hay que leer ese mundo. Leer el mundo que está emergiendo, pero leerlo desde una perspectiva crítica y que, en nuestra tradición, esa tradición latinoamericana, no tenemos tiempo de ver.

Es la invitación a que hagamos un pensamiento cada vez más puro, que seamos capaces de dialogar con nuestra tradición y por eso, después de una conferencia sobre todo este asunto de la gamificación, de las neurociencias, el asunto de la tecnología, creo que viene bien que hablemos un poco de Paulo Freire. ¿Por qué? Porque Paulo Freire sigue animando una construcción de pedagogías que hoy también dan respuesta a estos grandes asuntos de la tecnología, de la ciencia, pues no es un pensamiento para el pasado.

Por eso quisiera comenzar con una reflexión de Moacir. Para este autor la historia de las ideas pedagógicas en los últimos años presenta importantes marcos teóricos, y entre los más significativos se encuentra la obra de Paulo Freire. Con su producción muchos educadores del mundo y de América Latina, consolidaron uno de los paradigmas más ricos de la pedagogía contemporánea: la educación popular (Gadotti, 2001).

Esta es la gran contribución del pensamiento pedagógico latinoamericano a la pedagogía mundial. Quiero plantear claramente que hoy en muchos lugares del mundo, además de los paradigmas clásicos (alemán, francés y anglosajón), se reconoce hoy en educación y pedagogía un cuarto paradigma: el paradigma Latinoamericano. Esto es muy importante porque a veces algunos dicen: “no, la educación popular sólo fue para educación de adultos o educación no formal…” Hoy decimos que la educación popular atraviesa todos los espacios de la sociedad y disputa en el ámbito internacional y nacional.

Curiosamente participé por zoom, a propósito de los 100 años, con el Instituto Paulo Freire de Shanghái, China. En este espacio estuvimos discutiendo el tema de los paradigmas. Quiero fundamentar hoy ese paradigma, cómo se ha venido construyendo y el papel importante de Paulo Freire en el mismo. Quiero plantear la siguiente tesis: Freire da unidad a un pensamiento pedagógico y educativo, a unos procesos de rebeldía latinoamericana que se habían constituido

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como el antecedente más importante de una educación popular que no buscaba simplemente dar escuela a los pobres, sino un proyecto para construir de otra manera las repúblicas que estaban naciendo. Y esto lo hace para diferenciarse del entendimiento inglés, francés y americano que se daba en su momento. Freire, en la década del 50 al 60, se encuentra con una serie de rebeldías latinoamericanas profundizadas, una eclosión de rebeldías teórico-prácticas como la escuela Warisata, tratando de construir una educación indígena; José Carlos Mariátegui tratando de plantear un marxismo indoamericano, tratando de construir un pensamiento propio latinoamericano.

Desarrollo

En esa década del 50 al 60, hay una eclosión de múltiples rebeldías que tendrán un contenido propio, por ejemplo, nos encontramos con la Teología de la Liberación. Fue un intento de leer todo ese pensamiento teológico y eurocéntrico desde la realidad latinoamericana y específicamente desde la realidad del pueblo. Pero esta lectura necesitó de procesos educativos orientados a construir la relación teórico-práctica propia de estos pensamientos. Ahí también encontramos la comunicación popular, la tradición de Mario Kaplún y la filosofía de la liberación con todos los trabajos de Enrique Dussel y otros pensadores.

Asistíamos a talleres de filosofía en donde tratábamos de ver las diferencias entre la filosofía griega y la latinoamericana. Yo estaba muy joven y asistí a talleres donde se comenzaba a desafiar la universalidad del pensamiento y se daba lugar a un pensamiento situado. O la psicología de la liberación, todo esto que desarrollaron los grupos centroamericanos. Encontramos la investigación-acción participante y el modo en que este enfoque reorganizó los sistemas educativos llevándonos a reconocer los sistemas culturales existentes. Asimismo, se comenzaba a decir que en los grupos populares había sabiduría y que esa sabiduría necesitaba ser explicada.

Menciono rápidamente otros procesos que se dieron allí, por ejemplo, toda la teoría de la dependencia como una explicación económica distinta a las teorías clásicas, tanto críticas como capitalistas.

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También nos encontramos toda la línea de economía del descarte, todo el ambientalismo popular, las economías populares, la ética de la liberación, los feminismos populares, los feminismos comunitarios, el teatro del oprimido, las agriculturas originarias, la educación en salud… En literatura, el realismo mágico latinoamericano (el macondo de García Márquez). Toda la tradición Andina de literatura que nos muestra un mundo construido desde otros lugares… Es decir, que desde este territorio se construyeron conceptualizaciones y prácticas que comenzaban a enfrentar una mirada única y universal del mundo.

Entonces, encontramos lecturas distintas del mundo que conllevaban procesos educativos y formativos que adoptaron elementos de las pedagogías activas europeas, y que fueron desarrollando esa línea de “dinámicas de grupos”, porque no se podía hacer educación en el sentido tradicional. Diría que Freire recoge eso que llamo el activismo educativo de todas esas rebeldías, y les coloca una mirada desde la educación. Toma ese activismo educativo, que era propio del activismo social de los 50, y elabora una teoría de la educación y de la pedagogía, por primera vez, desde una mirada latinoamericana que recoge la tradición de un activismo educativo y pedagógico crítico. Freire las une construyendo un corpus conceptual.

Eso va a hacer del libro Pedagogía del oprimido un clásico al cual no necesariamente hay que volver cuando se habla de pedagogía. Cuando le dijeron que querían hacer un Instituto Paulo Freire en Brasil (y luego Instituto Paulo Freire en el mundo, hoy hay cerca de 90), Freire les dijo: si van a hacer un Instituto “Paulo Freire”, que no sea para repetir, sino para recrear … Entonces, creo que esa es la importancia de Freire, en el sentido que da organicidad a un pensamiento educativo y pedagógico.

Si ustedes revisan la pedagogía del oprimido, tiene cuatro capítulos. Esos cuatro capítulos muestran las bases conceptuales de lo que serán las pedagogías críticas latinoamericanas que son mucho más amplias que la educación popular, pero que le dan un fundamento a la educación popular.

En el primer capítulo de la pedagogía del oprimido, Freire

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construye una teoría de las relaciones sociales a nivel mundial. Este es un valor fuerte que se le da a ese primer capítulo pues de allí sale aquello tan significativo de Freire de que no hay texto sin contexto, es decir que toda acción humana tiene un contexto

Freire, un poco influenciado por Frantz Fanon dice, el oprimido busca restaurar la humanidad de ambos. La humanidad de ambos está perdida y entonces allí la idea de opresión y oprimidos sale de la visión clásica y hay una reelaboración de ella. Freire dice, en ese mundo donde hay opresión, donde hay oprimidos, donde hay opresores, donde la tarea es restaurar la humanidad de ambos, “hay que hacer la acción educativa”.

Y ese es el segundo capítulo. En ese capítulo, Freire dice “hay una concepción de educación que es bancaria y otra que es problematizadora” …y entonces yo los invito a que vuelvan sobre este capítulo, porque puedo meterme en nuevas tecnologías, pero si se me olvida o no tengo la concepción educativa, puedo terminar enseñando con los discursos de punta, pero termino siendo un idiota útil de las teorías de moda de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o del Banco Mundial. Yo invito a la gente que trabaja con pedagogos en la Universidad a que lean ese capítulo para que comprendan que allí hay toda una propuesta de caracterización de la educación.

En el tercer capítulo, Freire va a llamar a “la educación como práctica de la libertad’’. Dirá que para hacer realidad esa libertad será necesaria una “dialogicidad fundada en la conciencia”; es decir, una dialogicidad que produce concienciación. Esa idea de concienciación (que será luego muy discutida y se debatirá si es un asunto sólo mental), tiene realmente que ver con la vida. Por eso digo como hipótesis que Freire para desarrollar ese sentido de la educación como práctica de la libertad, plantea la pedagogía de la indignación, la pedagogía de la pregunta, la pedagogía de la esperanza.

Pero manteniéndonos en lo quesería este canon dela pedagogía del oprimido, hay una cosa bien importante acá y es que en el capítulo III de la pedagogía del oprimido están los círculos de Cultura como un primer ejercicio metodológico. Por eso dicen que la metodología

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de Freire está en la alfabetización. Es propia para la alfabetización, pero recordemos que los círculos de Cultura tienen su propio interés: 1. Análisis de la realidad. 2. Diálogo de saberes para ver cómo esa realidad se hace propia en el territorio. 3. Diálogo para producir transformación. Es decir, para él, toda actividad educativa tiene que conducir a una transformación.

Y luego su cuarto capítulo va a ser muy bello, así que les invito a leerlo. En este capítulo dice: “la educación no puede ser entendida sino como acción cultural”, y es ahí donde funcionan las matrices de opresión y liberación. En ella se enmarca lo que estamos trabajando en tecnologías. La tecnología no es más que una forma de acción cultural, es una forma de la cultura de la época, como en otro tiempo fue otra y por eso no nos debemos sorprender por los aparatos; los aparatos no son más que eso, una herramienta… Pero al interior del aparato hay un sistema inteligente, en el sistema inteligente está el algoritmo, está el Big Data, está el pensamiento computacional, que es donde está el veneno… Invito a que revisen el libro que está saliendo en Ecuador, donde muestro que hay algoritmos sexistas y algoritmos racistas, etc.… Porque el algoritmo es hecho por un humano y ese humano tiene interés, y cuando nos dicen que llegamos a la era del pensamiento computacional, es una manera reducida de decir que ese pensamiento es ahora el nuevo pensamiento.

Entonces, como acción cultural, la tecnología tiene cuatro elementos fundamentales para un educador:

1. Las herramientas, pero si mequedo solo en las herramientas, termino siendo un ferretero de aparatos modernos.

2. Sistemas inteligentes, donde está el Big Data, el algoritmo, el pensamiento computacional, etcétera.

3. Un sistema cultural, que es en el que actúo. Yo no actúo en los aparatos, yo no actúo en el sistema inteligente, sino que ellos construyen el sistema cultural.

¿Y cuál es el lío del educador? Los chicos no son nativos digitales, son nativos de redes sociales y usan las redes sociales por los sitios más pobres. Los maestros proponen tareas, pero el chico no tiene una

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entrada crítica allí, no es capaz de pasar de consumidor a prosumidor. Y ese es el cuarto lugar del sentido freiriano de la acción cultural, y es que el educador toma esas tres cosas: herramientas, sistema inteligente y resultados culturales de los nuevos agentes y construye la mediación educativa. Por ello tengo que estar alerta con los discursos de moda, porque no siempre se tiene un pensamiento organizado.

Para Freire la acción cultural que se produce toca las diferentes esferas de la educación. Hoy la propuesta de la educación popular es para todas las educaciones, para toda la sociedad, porque es una propuesta para transformar la sociedad desde la educación en el sentido freiriano; esto es, “la educación no cambia el mundo, pero sí forma a las personas que van a transformar el mundo”.

Digamos que el núcleo de la educación popular hoy, en ese acumulado que se ha hecho de estos 200 años, desde Simón Rodríguez, o si queremos de esa larga tradición, tiene básicamente cuatro principios que recoge y que han sido reelaborados en el sentido que pedía Freire.

1.- Nos plantea que, como humanos, somos socialmente iguales, es decir, recoge la tradición liberal de los derechos, somos socialmente iguales. 2.- Somos humanamente diferentes y cuando decimos humanamente diferentes nos referimos a la diversidad. 3.- Somos culturalmente megadiversos y esta megadiversidad se refiere a la diversidad humana, biológica y social. 4.- Somos naturaleza. No más ese discurso de reyes de la creación, no más ese discurso del eslabón superior en la cadena de la vida. No somos más que un eslabón y la crisis climática actual nos está mostrando que somos un eslabón bien débil en la cadena de la vida, que podemos desaparecer y no desaparece la vida del planeta.

Digamos que eso es lo que se plantea la educación popular hoy: enfrentar los modos en que se producen las injusticias, desigualdades y opresiones. Cuando niego la igualdad, la diferencia, la megadiversidad y mi ser naturaleza, cuando niego eso, creo opresión. Y creo que en educación es posible plantearnos este asunto… Vuelvo al principio freiriano: la educación por sí sola no va a transformar la realidad, pero sí puede cambiar a las personas que van a transformar la sociedad. Cuántos

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de nosotros que venimos de un pensamiento crítico se lo debemos a un maestro que un día nos puso a hacer tal cosa, nos ayudó a comprender tal cosa o nos trató de tal manera. Es decir, si este mundo no ha cambiado es porque los educadores no hemos hecho bien nuestra tarea.

Entonces, la educaciónpopular se plantea hoyenel corazón de su proyecto educativo la construcción de justicia, igualdad, reconocimiento a la diversidad, megadiversidad y la diferencia como elementos de enriquecimiento, así como el reconocernos como naturaleza. El desafío del maestro será ser coherente con la educación popular.

¿Cuáles son los 8 puntos que hoy le dan una identidad a la educación popular?

1. Lo primero es que la educación popular se muestra hoy como una construcción histórica, lo que la diferencia de las concepciones liberales de los últimos 200 años en la construcción de las nacientes repúblicas. Por eso cuando el padre Vélaz se planteó la educación popular no quería simplemente dar la escuela a los pobres; quería darles dignidad y libertad, quería producir justicia educativa. En ese sentido, hay una larga tradición: Simón Rodríguez, José Martí, Artigas, Avelino Siñani, Elizardo Pérez y desde luego Paulo Freire (Mejía, 2021b).

2. Segundo elemento que se consolida en la educación popular hoy, es que la educación popular tiene un cuerpo conceptual y epistemológico que se deriva de la diversidad de cosmogonías propias. Es decir, estamos en un continente megadiverso, coherente con ese planteamiento de que somos culturalmente megadiversos.

3. Y entonces hay unas epistemologías que algunos han llamado “desde el sur” y no referidas al sur geográfico, sino más a un sur político. Hoy las educaciones populares tienen un horizonte que interpela la mirada antropocéntrica, patriarcal y colonial.

4. Cuatro, la educación popular hoy tiene unos desarrollos

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pedagógicos. Este punto sería ideal para poder hacer talleres. Nosotros lo hacemos acá, lo trabajamos por todos lados. Estábamos precisamente trabajando con un agente de un sindicato académico en el Cauca, Colombia, y digamos que la educación popular tiene unos desarrollos pedagógicos y unos grandes principios que le han permitido proponer mediaciones pedagógicas con características propias.

Los cuatro grandes principios de la educación popular para desarrollar su pedagogía son:

- Uno, Diálogo de saberes, y no sólo en el sentido freiriano, sino en los nuevos desarrollos que propone la intraculturalidad. Porque, si no sé quién soy, ¿cómo voy a educar a alguien? Si no sé quién soy, termino repitiendo libros de otros, formando niños y niñas sin identidad. Por eso el diálogo de saberes no es simplemente una dinámica de democracia, es también conmigo mismo.

- Dos, Confrontación de saberes. Este segundo momento se vuelve muy importante porque nos dice que no basta la intraculturalidad; necesitamos una interculturalidad. Entonces, es importante que dialoguemos, pero que dialoguemos en términos de confrontar; no simplemente para asimilar con el diferente, con el diverso y con el que no cree lo que nosotros creemos. De este modo, surge una estrategia: hay que escuchar todas las versiones para elaborar la propia.

- El tercer momento es de Negociación cultural. Si voy a un diálogo, estoy dispuesto a platicar o cambiar, y entonces hagonegociaciones sobre estos asuntos y cómolos organizo, entonces se produce un fenómeno de transculturalidad. Eso que en los feminismos se llama interseccionalidad, está hace rato en el corazón de la pedagogía de la educación, y es que yo tengo que encontrarme con muchos para poder construir los proyectos.

- Y el cuarto momento, Construcción de los comunes. Miren

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que todo está atravesado por “construcción de los comunes para transformar el mundo”. Es decir, el mundo se está haciendo, el mundo no es, y por eso el educador popular no enseña verdades, el educador popular enseña a pensar.

Y esos principios los puedo aplicar; hay gente incluso trabajando matemática, proyectos de química, etc. Los invito a que busquen en internet esa propuesta funcionando con niños. Por ejemplo, hay un vídeo que se llama “Caracoleando”, para que vean cómo se trabaja con ellos en Ciencias Naturales. Hay otro que se llama “el rincón de los riesgos”, que les muestra cómo se hace integración curricular. Hay otro que se llama “Robolution Loyola”, y muestra en un barrio popular cómo se trabaja la informática siendo prosumidores.

5. La educación popular ha construido unas propuestas investigativas propias, por esa relación entre saber y conocimiento. Hemos desarrollado unos planteamientos sobre los saberes de la gente, los saberes culturales y la manera en que están presentes. Hemos desarrollado unas propuestas, una de ellas es la sistematización, que es una forma de investigar las prácticas. La sistematización no es juntar cosas, es una forma de investigar las prácticas.

Hay un libro que está por salir en Colombia, en el apartado “Epistemologías y metodologías emergentes de investigación desde nuestra América” se muestra cómoen la actualidad existe un consolidado de trabajos investigativos que han colocado a la práctica como nuevo lugar epistémico, es decir como nuevo lugar de conocimiento (Mejía, 2021c).

6. Estamos en la búsqueda de la construcción de un mundo que es inter y transdisciplinar, y eso significa una reflexión en donde tenemos que abandonar a los sabios, a los que nos van a decir cómo es el camino. Pero esto implica construir unos grupos de trabajo permanentes derivados de las concepciones pedagógicas.

7. La educación popular tiene unos ámbitos propios, y esto es

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muy importante porque el ámbito define la construcción de la propuesta pedagógica. Y en esa propuesta pedagógica, para construir subjetividades rebeldes y críticas, las metodologías son definitivas. Por eso la educación popular no tiene una propuesta pedagógica única.

¿Cuáles son esos ámbitos en los que las metodologías, aplicando los cuatro principios, se convierten en específicas?

- Uno: la individuación. Somos seres sociales, sí; ahora bien, la sindemia nos llevó a pensar que realmente habíamos perdido el mundo interior. Esta sociedad nos había abocado al consumo y cuando nos tuvimos que encerrar y nos dimos cuenta de para qué sirven los 20 pares de zapatos que tenemos, para qué sirven las 30 camisas que tenemos, los 25 pantalones, ese montón de trastos que ocupamos… la sindemia nos dijo ¿dónde está el mundo interior?

- Hay un segundo ámbito donde trabajamos la educación popular, unámbitoprivilegiado porquenoscoloca frente a los procesos de socialización. Es el retorno de lo comunitario, y entonces hay educación en la familia, hay educación en los procesos escolares, hay educaciones populares en los procesos de educación informal. Es decir, vamos a tener que cubrir todos esos espacios.

- El tercer ámbito de la educación popular es la vinculación a lo público. Muchos creíamos antes que la educación popular era sólo en lo público; pero no, hay que trabajarla también en la familia. Hemos abandonado las familias, y ahora la sindemia nos devolvió diciendo, nos habíamos olvidado de la casa y en la casa estaban pasando un montón de cosas que no dejaban que la escuela funcionara.

- El cuarto: la vinculación a organizaciones y movimientos sociales. Casi siempre se confundió educación popular con que tenía que estar vinculada a movimientos, pero puedo hacer educación popular en muchos lugares.

- El quinto ámbito: vinculación a los gobiernos. En este período mucha gente en América Latina ha ido a los gobiernos. No hemos hecho la reflexión aún sobre ello. Yo

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mismo cuando hice toda esa experiencia en “Conciencias” (que ya no estoy ahí por todos los problemas que pasan, estas cosas políticas), cuando fui ahí, mucha gente me dijo “usted se va a ir a hacer educación popular en una institución del Estado, en la institución de Ciencias del Estado” y dije, sí, porque lo que soy es un educador popular, voy donde me llamen y si yo la tengo claro, yo sé qué voy a hacer. El día que no me lo dejen hacer, me voy. Y el día que me dijeron que había que hacer STEM y conciliar con ciertas corruptelas, me fui. Entonces es uno el que decide.

- Seis, hay un ámbito que es de lo masivo, todo el sistema comunicativo construido en la tercera revolución industrial de medios masivos de comunicación.

- Y siete, las tecnologías de la inteligencia artificial. Por eso, cuando hacía la reflexión de qué era acción cultural en Freire, me refería a eso. Hay gente que viene haciendo cosas en tecnología, en neurociencia, desde la educación popular.

8. La educación popular construye comunidades para hacer posible todo esto desde esos principios. Construye comunidades de práctica, comunidades de aprendizaje, comunidades de saber, comunidades de conocimiento, comunidades de innovación y comunidades de transformación.

Bueno, para cerrar, creo que, Freire nos habló de la integralidad del ser humano y creo que para mí es la manera de enfrentar las competencias.

Nosotros en Fe y Alegría de Colombia, hemos desarrollado una concepción de educación desde las capacidades, en un sentido freiriano. En el libro van a encontrar qué es eso de capacidades, pero quiero cerrar con una cita de Freire que nos ayuda a comprender eso. Dice Freire (1997):

Para mí es imposible conocer despreciando la intuición, los sentimientos, los sueños, los deseos…es mi cuerpo entero el que socialmente conoce. No puedo, en nombre de la exactitud y el

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rigor, negar mi cuerpo, mis sentimientos, mis pensamientos. Sé bien que conocer no es adivinar, pero conocer pasa también por adivinar. Lo que no tengo derecho a hacer si soy riguroso, serio, es quedar satisfecho con mi intuición. Debo someter el objeto de ella al filtro riguroso que merece, pero jamás despreciarlo. Para mí la intuición forma parte del proceso del hacer y del pensar críticamente. Pero el desinterés por los sentimientos, como si fueran desvirtuadores de la investigación y de sus hallazgos, el miedo a la intuición, la negación categórica de la intuición y de la pasión, la creencia en los tecnicismos cerrados, termina por llevarnos al convencimiento de que cuanto más neutros seamos en nuestra acción, tanto más objetivos y eficaces seremos. Más exactos, más científicos. (p. 128-129)

Conclusiones

Podemos concluir la conferencia de esta forma: Hoy la propuesta de la educación popular es para todas las educaciones, para toda la sociedad, porque es una propuesta para transformar la sociedad desde la educación en el sentido freiriano; esto es, “la educación no cambia el mundo, pero sí forma las personas que van a transformar el mundo”.

Con la obra de Paulo Freire, con su producción y su referencia, muchos educadores y educadoras del mundo y de América Latina consolidaron uno de los paradigmas más ricos de la pedagogía contemporánea: la educación popular, la gran contribución del pensamiento pedagógico latinoamericano a la pedagogía mundial. Esa educación hoy se plantea como una educación para todas las educaciones, para todas las sociedades, en todas las condiciones que estamos. Quisiera concluir con la siguiente cita de Simón Rodríguez. “No dar por imposible lo que no hayan puesto a prueba; el que no hace, nunca yerra. Más vale errar que dormir”.

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Referencias

Freire, P. (1997). La educación en la ciudad. Siglo XXI.

Gadotti, M y Torres, C. (2001). Paulo Freire. Una biobibliografía. Siglo XXI Editores.

Mejía, M. (2021a). Educaciones, escuelas, y pedagogías en la cuarta revolución industrial desde nuestra América, Tomo III. Fe y Alegría Ecuador.

Mejía, M. (2021b). Educación Popular. Raíces y travesías de Simón Rodríguez a Paulo Freire. Ediciones Aurora.

Rodríguez, S. (1975). Obras Completas (vols. 2). Caracas, Venezuela: Universidad Simón Rodríguez.

Para publicar, coordinador, Mejía, M. (2021c). Epistemologías y metodologías emergentes de investigación desde nuestra América.

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