SABERES ANDANTES Liderazgo y Gestión Educativa en tiempo de crisis Volumen 3, Nº 7 Diciembre 2020

Liderazgo Educativo en tiempos post pandemia.

Aportes clave desde una mirada filosófica educativa.

Gabriela Petruska Serrano-Prato 13

Pontificia Universidad Católica del Ecuador gpserrano@puce.edu.ec

Artículo recibido en noviembre y aprobado en diciembre 2020

Resumen

La historia de la humanidad ha estado marcada por crisis que han redefinido a la sociedad. Las crisis suelen tener una doble connotación, por un lado, dejan una huella dolorosa, pero por otro pueden ser catalizadoras de una insorteable renovación. Ser líder educativo en tiempos de incertidumbre es todo un desafío, y si algo ha traído la pandemia COVID -19 es precisamente carestía de certezas. No obstante, se pueden encontrar luces oportunas que orienten la praxis docente y dicho liderazgo. Este tiempo ha dejado en evidencia la importancia de ser flexibles, de salir de modelos homogéneos y de animarse a hacer reinvenciones. En este sentido, este articulo busca ser un espacio de reflexión desde una mirada filosófica que deje un espíritu tanto crítico como esperanzador. Por tal, se propone el objetivo general: Compartir

13 Máster en Orientación Psicológica Educativa por la Universidad Católica del Táchira (UCAT) Venezuela. Licenciada en Educación Integral (UCAT). Diplomada en Psicología Infantil, Especialista en Terapia Familiar e infantil. Especialista internacional en Infancia y Juventud. Estudios en innovación educativa y coaching Positivista. Docente de Ética Fundamentos Filosóficos de la educación en pregrado y postgrado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Experiencia en consultoría de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), Maestra de aula de infantil a secundaria. Coordinadora de departamento de psicología de diversos colegios. Ponente y conferencista en temas psicoeducativos. Se desempeñó como Coordinadora Nacional de Educación General Básica Fe y Alegría Ecuador. Actualmente docente ocasional de la PUCE y Educational Sales Specialist en tekman Education.

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los aportes clave desde una mirada filosófica educativa para el Liderazgo Educativo en tiempos post pandemia. Y los objetivos específicos: 1. Reflexionar sobre la importancia de la priorización de lo que se debe enseñar. 2. Analizar los métodos de enseñanza en tiempos post pandemia 3. Proponer espacios idóneos para el aprendizaje.

Palabras Clave: Liderazgo Educativo, Filosofía de la educación, Ética del cuidado, Post pandemia.

Educational Leadership in post- pandemic times.

Key contributions from an educational philosophical perspective.

Abstract

Human history has been marked by crises that have redefined society. Crises usually have a double connotation, on the one hand, they leave a painful mark, but on the other, they can be catalysts for an unavoidable renewal. Being an educational leader in times of uncertainty is a challenge, and if COVID -19 pandemic has brought something, it is precisely the lack of certainties. Nevertheless, timely lights can be found to guide teaching practice and such leadership. This time has highlighted the importance of being flexible, of leaving homogeneous models and of encouraging reinvention. In this sense, this article aims to be a space for reflection from a philosophical perspective that leaves a critical and hopeful spirit. Therefore, the general objective is proposed: to share the key contributions from an educational philosophical perspective for Educational Leadership in post-pandemic times AND the specific objectives: 1. To reflect on the importance of prioritizing what should be taught. 2. To analyze teaching methods in post-pandemic times. 3. To propose appropriate spaces for learning.

Keywords: Educational Leadership, Philosophy of Education, Ethics of Care, Post-Pandemic

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Introducción:

«La vida examinada es la única que merece ser vivida» Sócrates

Es conocido que la pandemia causada por el COVID -19 ha movilizado a todos y lo que atañe a educación no escapa de ello. Por el contrario, uno de los ámbitos más sacudidos en este tiempo ha sido precisamente el educativo. Las instituciones educativas han asumido el reto, cada uno se ha adaptado lo mejor que ha podido. El ritmo ha sido vertiginoso y no ha sido fácil la proeza.

Docentes transformando de la noche a la mañana todo lo planificado, con aciertos y desaciertos, aprendiendo a configurar encuentros por zoom, materiales digitales creados sobre la marcha, reuniones virtuales con padres de familia, ritmos despiadados de teletrabajo, graduaciones a distancia, anécdotas llenas de humor vividas desde un meet, entre otras tantas memorables experiencias que son parte del paisaje.

Sin duda ha sido un ritmo frenético donde cada uno ha conservado el esfuerzo y ha dispuesto lo mejor de sí, se puede decir que cada uno ha liderizado y creado su espacio. Y en este punto vale preguntarse: ¿Qué es ser es un líder educativo? Sin adelantarse a la respuesta, se puede intuir que todos los educadores poseen alma de líder. Desde diferentes espacios de incidencia cada uno va a aportar lo mejor de sí para sortear y superar los retos.

Ser líder educativo siempre ha sido una misión compleja, llena de múltiples variables y desafíos. Desde la gestión de un aula hasta la gestión de redes de centros educativos. Cada liderazgo posee su sabor particular. No obstante, todos comparten una misma alma, que corresponde a inspirar, impulsar e incidir en los procesos.

Por ello, lo clave es ser un líder educativo eficaz, tanto si se está en aula, como si se preside un ministerio de educación. Por supuesto que la incidencia en cada área es diferente, sin que esto signifique que alguna tenga menor valor que otra, tienen maneras diferentes de

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generar transformación, pero cada una de ellas en esencia es igual de valiosa y poderosa.

Ahora bien, en este contexto tan vertiginoso, corresponde a todos tomar oxígeno, y hacer una pausa elocuente que posibilite la reflexión profusa sobre: ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo lo estamos haciendo? Y así aprender realmente de esta experiencia.

Al respecto Lou Marinoff (2004) comparte:

La experiencia es una gran maestra, pero también precisamos reflexionar sobre nuestras experiencias. Necesitamos pensar con una postura crítica, buscando pautas de conducta y situándolo todo en el contexto general para abrirnos camino en la vida. Comprender nuestra propia filosofía puede ayudarnos a evitar, resolver o abordar muchos problemas. Nuestra filosofía también puede ser el origen de los problemas que padecemos, de modo que debemos evaluar las ideas que sostenemos para modelar un punto de vista que obre a favor nuestro, no en contra. (Marinoff, 2004, p.4)

Para tener una postura crítica sobre las propias experiencias es muy útil revestirse de un espíritu filosófico y disponerse a cuestionarse todo, para desde la luz del acto filosófico poder iluminar la visión, abrir paso a la compresión y despejar el camino venidero.

Este artículo propone un espacio de reflexión y praxis. De la mano de una selección acuciosa de referentes filosóficos se busca generar un marco para el análisis de los desafíos que se tiene desde el liderazgo educativo en una “era post pandemia”.

Para ello se ha partido de las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son los aportes claves desde una mirada filosófica educativa para el liderazgo educativo entiempos post pandemia?1. ¿Cuál es la importancia de priorizar lo que se debe enseñar? 2. ¿Cómo enseñar en tiempos post pandemia? 3. ¿Cuáles son los espacios idóneos para el aprendizaje? Y en consecuencia se propone el objetivo general: Compartir los aportes clave desde una mirada filosófica educativa para el Liderazgo

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Educativo en tiempos post pandemia Y los objetivos específicos: 1. Reflexionar sobre la importancia de la priorización de lo que se debe enseñar. 2. Analizar los métodos de enseñanza en tiempos post pandemia 3. Proponer espacios idóneos para el aprendizaje. Estos 3 elementos estructurales atienden al ¿qué?, ¿cómo? y dónde? del hecho educativo. Partiendo del contexto pandémico, apuntando a un futuro post pandemia, y desde un horizonte filosófico.

1. Priorizar lo que se debe enseñar

«Quien tiene un porqué para vivir encontrará casi siempre el cómo» Friedrich Nietzsche

Tanto en la vida en general, como en la educación, es vital contar con un foco, un propósito que dote de sentido al camino. Tal y como mencionaba el filósofo alemán y luego citaría Viktor Frankl, tener un porqué va a posibilitar el cómo y va a hacer más eficaz el camino.

Actualmente como consecuencia de la pandemia, la mayoría de las instituciones educativas e incluso ministerios de educación de diversos países han tenido la necesidad de priorizar a nivel curricular. Eliminando, agregando, moviendo contenidos según su propio contexto. Aunque este fenómeno ha sido más por necesidad que por conciencia, lo importante aquí es que se ha develado que esa figura llamada currículo que resultaba para algunos aparentemente inamovible y anquilosante ciertamente podía ser flexible.

Asimismo, en medio de la vorágine, muchos líderes educativos se han tomado el necesario tiempo para reflexionar sobre el perfil de sus egresados, y hacer este análisis desde un contexto cambiante para a la luz de dicha evaluación orientar de mejor manera sus prácticas actuales. Ejemplo de esto ha sido la experiencia compartida por Rebeca Anijovich14 en la conferencia tekman Education: “Desafíos de la docencia. Evaluación como oportunidad y práctica reflexiva”. Donde comparte los círculos de formadores de formadores realizados en diversos países

14 Codirectora del PHD de Actualización Académica en la Universidad de San Andrés y asesora pedagógica en escuelas de México, Ecuador, Chile. Docente en Ciencias de la Educación y Psicología. Autora de diversos libros del área educativa.

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donde por medio de preguntas generadoras reflexionan sobre las prácticas pedagógicas viendo las oportunidades de cambio.

Imaginando escenarios futuros se invita a la reflexión a partir de las siguientes preguntas15 :

1. ¿Cuáles de las prácticas que hacías antes de la pandemia volverías a traer?

2. ¿Cuáles de las prácticas actuales te gustaría sostener al volver? 3. ¿Qué prácticas nuevas de las aprendidas deberíamos instalar? 4. ¿Cuáles prácticas deberíamos definitivamente soltar?

Estas 4preguntaspuedenayudaratododocenteylíder educativo a hacer un contraste entre el antes y el después; y hacer conciencia de qué puede dejar atrás, esas prácticas quizás heredadas que ya no tenga sentido replicar, así como de lo que puede llevar consigo adelante que ha sido aprendido en este tiempo.

Este análisis es válido también para los contenidos, sabiendo que muchos de ellos seguirán siendo oportunos, pero otros tantos han de ser incorporados o desechados de manera inexcusable.

Rebeca Anijovich también habla acerca de la importancia del líder educativo, y sus funciones prioritarias como lo son contener y apoyar a su equipo docente, construir colaborativamente nuevas formas, generar espacios de compartir buenas prácticas, consolidar el trabajo cooperativo y orientación a la comunidad educativa.

Para priorizar lo que se debería enseñar, hay dos condiciones esenciales: 1. Tener claro el perfil humano del estudiante que se desea formar y 2. Ver el currículo desde una mirada integral y flexible.

15 Las preguntas fueron tomadas de Rebeca Anijovich conferencia Tekman Education: Desafíos de la docencia. Evaluación como oportunidad y práctica reflexiva..

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Perfil humano del estudiante

«Los carpinteros dan forma a la madera; los flecheros dan forma a las flechas; los sabios se dan forma a sí mismos. »

BUDA

Un aspecto esencial es el perfil del alumno al que aspiramos con la formación brindada, este perfil apunta a las habilidades de los ciudadanos del siglo XXI y los valores y competencias claves que han de tener tanto en el presente como en el futuro. Cada país perfila desde su marco legislativo orientaciones para este fin y de esta forma los ministerios de educación también hacen su parte emanando directrices en este sentido. A pesar de que esto no debería ser para el docente “camisa de fuerza” sino en cambio un terreno sobre el cual trabajar. La mayoría de los perfiles de egreso que se proponen desde infantil hasta nivel universitario suelen leerse y enamoran. El reto está en bajar aquello a la realidad y poder concretizarlo de una forma vívida más que idealista.

Existe material muy amplio sobre este punto, se destacará un autor que resume elocuentemente lo que corresponde a este aspecto.

En palabras de Xavier Aragay:

Se habla de formar personas libres, responsables, autónomas y conscientes de sí mismas y del mundo que les rodea. Personas capaces de lidiar con el cambio y la incertidumbre en un mundo en rápida transformación; críticas, creativas y con competencias para el trabajo colaborativo y capacidad de comunicación. Asimismo, aptas para continuar su aprendizaje a lo largo de la vida como factor decisivo de su desarrollo personal y de su intervención social sostenible. (Aragay, 2017)

Es importante tener la mirada amplia y poder conjugar lo que hoy por hoy se sabe que es fundamental en un perfil ciudadano a nivel global, lo emanado a nivel educativo nacional, así como la propia visión y enfoque que propone cada institución educativa. Una práctica que puede ser útil en este punto es hacer el ejercicio de pensar “fuera de la caja” y considerar todas las habilidades para el siglo XXI desde diferentes autores, y valorar cuáles se fomentan realmente desde las praxis diarias

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y cuáles no. Es oportuno conocerlas, valorar cuáles se estimulan y cuáles no, cuáles conocemos y cuáles desconocemos. Incluso ir por más y pensar qué habilidades pueden ser necesarias que no estén enunciadas por ningún teórico.

Habilidades para el siglo XXI 16

Habilidades para aprender e innovar

Creatividad Innovación Pensamiento crítico

Solución de problemas Comunicación Colaboración Razonamiento cuantitativo Pensamiento lógico Metacognición

Habilidades de información, tecnología y medios

Competencia informática Competencia mediática Competencias tecnológicas de la información

Pensamiento, valores y actitudes éticos Valores

Ética

Pensamiento moral Responsabilidad social

Habilidades para la interculturalidad Productividad y ética

Liderazgo y responsabilidad Consciencia de sí mismo Identificar emociones Autopercepción Reconocimiento de fortalezas Seguridad en sí mismo Autoeficacia

Autocuidado del cuerpo y la mente Auto regulación

Control de impulsos / Manejo del estrés Auto disciplina / Motivación

Establecer metas / Habilidades de organización

Consciencia de los demás Toma de perspectiva / Empatía

Valoración y aceptación de la diversidad Respeto por los demás

Habilidades para relacionarse Comunicación

Compromiso social Construcción de relaciones Trabajo en equipo

Toma de decisiones Identificación de problemas Análisis de situaciones Solución de problemas Evaluación

Reflexión

Responsabilidad ética

16 La información del siguiente cuadro ha sido tomada de: Diamandis, P. H. Reinventing. How We Teach Our Kids. Tomado agosto, 2020, de www.diamandis.com/blog/

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Importancia de un currículo integral y flexible.

Muchos países han vivido la realidad de la priorización curricular a causa de la pandemia. En Ecuador esta priorización se ha realizado tanto a nivel de redes educativas, instituciones y niveles educativos. Este hecho ha denotado que es posible tener una mirada más amable hacia el currículo. Las mallas curriculares siempre deberían orientar, dar luces sobre lo imprescindible y generar espacios para trabajar de forma cíclica más que lineal, generando más oportunidades.

El currículo ecuatoriano entre sus condiciones plantea su flexibilidad, esto no es nuevo. Como contrapartida, han existido prácticas administrativas que han generado un temor y rechazo a innovar desde lo curricular. Este tiempo ha obligado a muchos a realizar recortes y adaptaciones a nivel curricular. Esta priorización curricular ha ido de la mano de abrirse espacio a incorporar elementos claves como la atención a lo emocional y a lo colaborativo lo cual sin duda representa una gran oportunidad de cambio.

El reto de llegar a todos en un mundo desigual

«Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad» Khalil Gibran

Ninguna priorización tendría sentido si no se busca llegar a todos. La brecha digital marcada por el acceso a Internet devela que no todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades. La justicia y equidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje ha de ser un elemento sustancial. Ni docentes ni estudiantes poseen las mismas condiciones, los primeros para el trabajo y los segundos para el estudio. Dificultades técnicas y tecnológicas, situaciones familiares, temas de salud, conocimientos previos, entre otros. Ha de ser un reto prioritario valorar la diversidad y crecer desde ella.

El proceso educativo es profundamente humano, y se da en un contexto desigual. Estas desigualdades a nivel social son una barrera para llegar a todos. La pandemia hizo acento en ello, muchos estudiantes

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sin acceso a medios tecnológicos y de conectividad han visto limitado su proceso. La desigualdad también ha afectado a docentes y familias, es un fenómeno que impacta a todos.

Varios reportajes17 evidencian el contexto tecnológico del país en cuanto a rendimiento del Internet y lo que ello genera en el desempeño educativo. La brecha digital es una de las grandes desigualdades que se ha hecho notar en esta pandemia. Este panorama impulsa a generar diversas alternativas, tanto caminos para solventar el problema per se comotambién a diseñar y evaluar diferentes vías, caminos y metodologías para llegar. Significa no quedarse en blanco, sino ir por ello, conscientes de la realidad.

De allí la importancia que el líder educativo sea justo, que esté provisto de una visión que permita atender y conciliar estas diferencias y superar las desigualdades. Para ello será indispensable escuchar a todos, tener una disposición comprometida con los diferentes actores del proceso educativo y sus diversas realidades. Es vital tener el sello de justicia en cada acto, no movidos quizás desde una visión asistencialista o caritativa que siempre será limitada, sino ir por más, y saber que el acceso a recursos y medios es un derecho básico de todo estudiante.

1. ¿Cómo enseñar?

Hacia una reflexión crítica de las metodologías de enseñanza

«Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro, es cómo querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano.» Leslie Hart

Por años los educadores han replicado cientos de mecanismos heredados, unos más eficaces que otros. Varios de estos han funcionado adecuadamente para ciertos contextos y tiempos. Otros en cambio han dejado una deuda importante en la evolución de la educación.

17 Para profundizar en esta información puede revisarse el diario La Hora, recuperado de: https://lahora.com.ec/noticia/1102323848/ecuador-uno-de-los-paises-con-peor- internet

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Hoy por hoy los aportes de la neurociencia dan bases sólidas para poder dar pasos acertados, con fundamentos comprobados que nos permiten elegir metodologías más certeras. En los últimos 25 años se ha generado aportes importantes en este campo, por tal resulta injusto quedarse en esas prácticas generacionales que restan espacio para innovar.

Las metodologías, enfoques y estilos son tanto amplios como diversos, y no es el eje central de este artículo. Ahora bien, se mencionará tres elementos vitales relacionados con el modo en que se enseña. 1. La ética del cuidado en la educación, 2. Las metodologías activas centradas en el estudiante y 3. El aprendizaje basado en el pensamiento.

Ética del cuidado en la educación

«La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza sino de corazón a corazón.»

Howard G. Hendrick

UNICEF ha manifestado su preocupación por la afectación a nivel emocional de los niños y niñas, y ha comentado como ello incide en el desarrollo integral de los mismos. Hay duelos a nivel de familias tanto de docentes como de estudiantes, economías afectadas, sentimientos de incertidumbre y ansiedad.

El cuidado emocional de los estudiantes y de los equipos docentes e institucionales es un factor esencial. Esto ha ser un elemento transversal, no solo en tiempos de pandemia, sino que ha de quedar como una práctica natural en el acto educativo. Según Nel Noddings “Primero, mientras escuchamos a nuestros alumnos, ganamos su confianza y, en una relación continua de cuidado y confianza, es más probable que los estudiantes acepten lo que tratamos de enseñar” (Noddings, 2005, p. 4).

En palabras de Boff: La ética del cuidado prevalece: cuando amamos y cuidamos. “El «cuidado» constituye la categoría central del nuevo paradigma de civilización que trata de emerger en todo el mundo.

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La falta de cuidado en el trato dado a la naturaleza y a los recursos escasos, la ausencia de cuidado en referencia al poder de la tecnociencia que construyó armas de destrucción en masa y de devastación de la biosfera y de la propia sobrevivencia de la especie humana, nos está llevando a un impase sin precedentes”. (Boff, 2003, p.7)

El docente puede centrarse únicamente en lo curricular, contenidos, metas, evaluaciones, etc. Estas actividades pueden restar energía y tiempo vital a lo esencial, como lo es el acompañamiento humano, la formación integral, las habilidades para la vida. El llamado sería a gestionar el proceso educativo de tal forma que todo esté en su justa medida, contenidos, habilidades, formación humana, acompañamiento. Todo equilibrado y fluyendo de manera armónica.

En este sentido Nel Noodings 2010, menciona: “muchos docentes se preocupan en el sentido de que persiguen ciertos objetivos para sus estudiantes, y a menudo trabajan duro para obligar a los estudiantes a alcanzar esas metas” (Nel Noodings, 2010, p. 1) Esto es lo que la mayoría de los profesores piensa que significa cuidar a los estudiantes. Son importantes sus opiniones como profesores, pero, es más importante saber qué sienten los estudiantes sobre el maestro. “¿El estudiante reconoce que se le cuida?, ¿Ve el estudiante al maestro como un ser solidario?” (Nel Noodings, 2010, p.1). Por tal, se trata de “Observar a los estudiantes, escucharlos, trabajar con ellos, vivir con ellos, tener una imagen razonablemente clara de cómo se están desarrollando los estudiantes integralmente”. (Nel Noodings, 2010, p.6). El sentirse cuidado va a ser la base de saberse valorado. Una persona que se siente valorada va a desarrollarse de mejor manera, tanto si es estudiante, docente o cualquier ser humano. Por eso un líder educativo eficaz va a tener una ética de cuidado incorporada en su quehacer, tanto con sus estudiantes, docentes y colaboradores como con todo aquel que comparta la vida.

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Metodologías activas centradas en el estudiante.

«Aquellos que educan bien a los niños merecen recibir más honores que sus propios padres, porque aquellos sólo les dieron vida, éstos el arte de vivir bien.» Aristóteles.

Para lograr ese perfil humano del que se ha hablado, es importante desafiar los modelos lineales para poder brindar mayores oportunidades a los estudiantes. Las teorías y metodologías que hacen foco en el estudiante son las prioritarias, aquellas que buscan actualizarse de manera constante y que se basan en la experiencia y la neuroeducación. Actualmente la literatura sobre el tema es cada vez más profusa, afortunadamente.

A modo de generar curiosidad e invitar a profundizar más en ello, se enlistarán algunas que por experiencia y documentación se puede compartir que son valiosas:

 Aprendizaje por proyectos

 Aprendizaje basado en problemas

 Aprendizaje basado en el pensamiento

 Inteligencias múltiples  Inteligencia artificial  Pensamiento visible

 Diseño de pensamiento

 Ludificación

 Estimulación temprana

 Aprendizaje desde la experiencia

 Aprendizaje cooperativo

 Aprendizaje sensorial

 Metodologías desde la meditación y mindfulness

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La lista podría ser muy amplia; sin embargo, se trata de poder explorar los beneficios de cada teoría y metodología, indagar, conocerlas, dominarlas y poder incorporar de manera fluida lo mejor de cada una de ellas. Esto requiere un trabajo cooperativo no solo a nivel de estudiantes sino también a nivel de docentes y de gestión educativa. Según Calvo (2015) “con el Aprendizaje Cooperativo, aprendes más y mejor cuando trabajas con compañeros. Los estudiantes mejoran sus resultados asumiendo el trabajo de los educadores” (2015, p. 192). También como equipo docente es menester trabajar cooperativamente y sumar esfuerzos por mejores prácticas educativas.

Dehecho, comoafirma Noddings (1998) “los filósofos desafiaron la noción de que ‘la enseñanza implica aprender’. La mayoría de los filósofos estuvieron de acuerdo en que los maestros tienen la intención de llevar a cabo el aprendizaje, pero señalaron que los alumnos a menudo no aprenden incluso cuando los maestros trabajan duro para enseñarles” (p. 37) Según Noddings (1998) refiriéndose a Dewey considera que éste insistió en que la enseñanza debe inducir el aprendizaje, pero no quería decir que debe hacer que cada estudiante aprenda alguna pieza de información o habilidad predeterminada por el profesor. Dewey quería que los estudiantes participaran a nivel de construcción de sus propios objetivos de aprendizaje. Se propone apuntar a un modelo de gestión donde los docentes cooperativamente elijan sus metodologías, puedan decidir de manera consciente y documentada el camino idóneo para cada proceso. Generando a la vez espacios donde los estudiantes sean coparticipes del proceso, se tomen en cuenta sus intereses, estilos de aprendizaje y contextos, para que esta selección no sea fortuita, sino por el contrario producto de un camino fructífero recorrido de manera conjunta.

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Aprendizaje Basado en el pensamiento.

Hacia una cultura de pensamiento

«No puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar.»

Sócrates

Es necesario enseñar a los estudiantes a pensar por sí mismos y pensar de manera eficaz. Entender el pensamiento como Bono (1978) propuso “Pensar es la exploración deliberada de la experiencia para un propósito.” Ese propósito puede ser la comprensión, la toma de decisiones, la planificación, la resolución de problemas, el juicio, la acción, etc. (p. 33)

Ron Ritchhart, investigador de Harvard y del Project Zero, argumenta que es necesario fomentar una cultura que haga visible el pensamiento que genere participación, pensamiento crítico y empoderamiento: “Una cultura donde se valore la aplicación práctica del conocimiento y las relaciones positivas por encima de hacer lo que el profesor dice o la evaluación tradicional”18 El desarrollo sistematizado del pensamiento en todos los niveles educativos va a ser tanto medio como fin, en el sentido de que se ha de priorizar medios que posibiliten una cultura de pensamiento, al tiempo que se apunta desde diferentes caminos llegar a formar pensadores eficaces.

Cultura de pensamiento

Esta teoría propuesta por el Dr. David Perkins, Dr. Robert Swart y otros grandes exponentes, hace énfasis en la importancia de hacer visible el pensamiento y desarrollarlo de manera sistematizada en el aula. Pensar mejor permite acercarse a los conocimientos desde una perspectiva mucho más amplia, más rica, más interesante y compleja. Además, permite a los alumnos armarse con las herramientas necesarias para tomar decisiones, generar ideas, construir opiniones y transformar, en definitiva, su entorno. Esto es lo que busca el visible thinking y, por

18 Tomado de: Entrevista a Ron Ritchhart: la cultura de pensamiento. https://educaixa. org/es/-/entrevista-a-ron-ritchhart-la-cultura-de-pensamiento-y-como-fomentarla-en- las-aulas

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este motivo, es tan importante desarrollar una cultura de pensamiento de manera transversal.

Para Swartz y colaboradores, “el pensamiento eficaz se refiere a la aplicación competente y estratégica de destrezas de pensamiento y hábitos de la mente productivos que nos permiten llevar a cabo actos meditados de pensamientos, como tomar decisiones, argumentar y otras acciones analíticas, creativas o críticas. Los individuos que son capaces de pensar con eficiencia pueden emplear, y de hecho emplean, esas destrezas y hábitos por iniciativa propia, y son capaces de monitorizar su uso cuando les hace falta” (Swartz, Costa, Beyer, Reagan, & Kallick, 2013, p. 15)

En este sentido, el rol del estudiante es activo y protagónico, el objetivo es dotar cognitivamente a los alumnos para ampliar su visión del mundo y ofrecerles la capacidad de interpretarlo y de estar en él desde múltiples perspectivas. Para ser un buen pensador hay que desarrollar habilidades de pensamiento críticas y creativas y para conseguirlo se necesita motivación y hábitos mentales. El objetivo de la cultura de pensamiento es convertir estas habilidades en parte de la conducta cotidiana.

Por su parte el rol del docente es vital para la gestión del conocimiento, del aula y de los procesos. Las aulas son espacios vivos y dinámicos con cultura propia, por eso, es muy importante aprovechar el aula para potenciar este tipo de experiencias de aprendizaje. Si se crea un buen clima se favorece el nivel intelectual de los alumnos y su participación. Como menciona Del Pozo “…el alumno es el protagonista de su aprendizaje, el papel del profesor consiste en ser el facilitador que modela y reduce la distancia entre el conocimiento y las habilidades e ideas que sus alumnos son capaces de imaginar, desarrollar y llevar a cabo” (Del Pozo et al., 2016, p.82).

Para transformar la cultura de aula en cultura de pensamiento, según la teoría de los investigadores del Project Zero, hay ocho condiciones fundamentales19 (Del Pozo, 2016):

19 Tomado de: Del Pozo, M. Et al (2016). Aprender hoy y liderar mañana. El Colegio Monserrat un futuro hecho presente. Tekman Education

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• Tiempo: dedicar tiempo a pensar, explorar y reflexionar.

• Oportunidades: ofrecer experiencias reales para que los alumnos se impliquen en los procesos de pensamiento y puedan entenderlos como parte de la experiencia de aprendizaje.

• Rutinas y estructuras: ofrecer modelos, guías y herramientas a los alumnos para que puedan estructurar el pensamiento y, posteriormente, puedan usarlas de manera autónoma.

• Lenguaje: hablar de manera que los alumnos puedan incorporar a su vocabulario un lenguaje que les permita describir su pensamiento y reflexionar sobre él.

• Creación de modelos: hacer visibles modelos acerca de quiénes somos como pensadores y debatirlos.

• Interrelación y relaciones: aprender a respetar y a valorar las aportaciones e ideas de los demás.

• Entorno físico: crear un espacio en el que se facilite el desarrollo del pensamiento. En este sentido, es muy importante la decoración de las paredes del aula.

• Expectativas: transmitir nuestras expectativas con claridad diariamente.

Estas condiciones deben estar presentes en las aulas y permiten comunicar a los alumnos de manera directa e indirecta:

• a qué damos importancia

• qué se espera de ellos

• qué es el aprendizaje

• qué tipo de pensamiento y de trabajo van a ser valorados • y cómo documentar esta manera de pensar y trabajar.

Un aporte clave es incorporar programas y /o metodologías que tengan de una forma sistematizada rutinas y estrategias de pensamiento, para trabajar los contenidos desde una perspectiva que fomente el pensamiento visible.

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2. Espacios para el aprendizaje.

Sobre las modalidades y entornos para la enseñanza.

«En cuestión de cultura y de saber, solo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da» Antonio Machado

Los educadores han realizado un esfuerzo enorme y loable para desempeñarse de la mejor manera desde los entornos virtuales, esto a su vez ha generado un desgaste importante que requiere de espacios de calma, de reflexión y de validación de todo lo que se ha vivido. Esto va a posibilitar pensar de manera conjunta cuales serán los caminos más idóneos para los tiempos venideros. Algo que ha sido notable es la capacidad de adaptación como seres humanos, la creatividad y el impulso por sacar lo mejor ante las circunstancias adversas, ese talante resiliente del docente.

Por supuesto una cosa es hacerlo desde la urgencia, y otra desde la conciencia. Una vez que se tiene claro el ¿qué? El propósito fundamental que dirige se va esclareciendo el ¿Cómo? Las maneras y caminos más certeros para lograrlo. De allí el ¿Dónde? va a poder dilucidarse de una forma más genuina, no al azar ni por imposiciones.

Los entornos y modalidades para el aprendizaje también son un elemento clave y con amplio terreno para reflexionar. Para no hacer un análisis exhaustivo, basta con resaltar 2 elementos prioritarios. El primero modalidades para la enseñanza - aprendizaje y el segundo entornos para el saber.

Hay diversas modalidades para el aprendizaje en función al paradigma que atiendan. Con todo, solo mencionaremos la modalidad a distancia, presencial y mixta. Cada una de ellas va a tener sus beneficios y prejuicios. Hay elementos valiosos y muy positivos en cada una, los cuales se han podido evidenciar en estos tiempos. La idea principal no sería decidir cual es la mejor, sino reconocer la riqueza en cada una, y poder gestionar metodologías activas desde cualquier

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modalidad. Tener presente las características que tiene cada una de ellas y sus implicaciones en el aprendizaje. De cara a un futuro inminente donde se pueda alternar tomando lo mejor de cada una.

El segundo elemento corresponde a los entornos para el saber, estos entornos pueden ser tanto físicos como digitales. Es importante hacer uso consciente de cada uno de ellos, teniendo en cuenta elementos psicológicos, educativos y tecnológicos que favorezcan el aprendizaje.

En cuanto a los entornos digitales algo notorio y digno de reflexión es la exposición a las pantallas en todos los niveles. Se ha visto situaciones en las que los docentes movidos por directrices institucionales cumplían el mismo número de horas que realizaban presencialmente, ahora de manera virtual. Esto además de ser un sin sentido, generó aflicciones a nivel de familias, estudiantes y los mismos educadores.

Se debería preguntar ¿cuál es el sentido real del uso de la pantalla? Y de esta manera dotar de propósito al encuentro sincrónico, sabiendo que se puede emplear una metodología que alterne los tiempos sincrónicos y asincrónicos, incluyendo actividades autónomas, intrapersonales, interpersonales, experienciales, reflexivas. Para lograr de esta manera generar una riqueza en cada actividad que se realice, sin generar un agotamiento innecesario.

Conclusiones

Los tiempos de crisis realmente pueden abrigar grandes oportunidades. La pandemia generada por el COVID- 19 ha trastocado todo los ámbitos humanos y sociales, ha sido un proceso delicado y complejo, de hecho, aun lo sigue siendo. Familias en duelo, personas que han perdido sus empleos, empresas en crisis, países con años de involución. Antagónicamente, también se puede rescatar grandes aprendizajes, crecimiento a nivel científico médico, mejora tecnológica, automatización de procesos, nuevos esquemas de trabajo y emprendimiento, avances educativos, entre otros. Como en todo, nada es definitivo, sino que se verán claroscuros de cada realidad, diferentes matices en cada sentido.

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Por ello en lo que atañe al liderazgo educativo, no hay realidades absolutas, pero si orientaciones que pueden generar luces sobre lo vivido en este tiempo. Este artículo ha partido de la realidad y contexto de pandemia actual, y busca generar un análisis práctico de lo vivido, a la luz de diferentes aportes filosóficos, esperando que ellos puedan orientar hacia un acompañamiento humano, cercano y reflexivo para líderes educativos comprometidos y expectantes con los tiempos venideros.

Referencias bibliográficas

Aragay. X (2017). Reimaginando la educación. 21 claves para trasformar la escuela. Editorial: Ediciones Paidós

Boff, L. (2003). La educación desde las eticas del cuidado y la compasión

Concepts, L. (2016, August 25). 21st Century Skills Definition. Agosto, 2020, de ww.edglossary.org/21st-century-skil

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